La ciudad posee el mercado tradicional (soco) más grande del país y una de las plazas más concurridas de África y del mundo, Djemaa el Fna. En la plaza se citan acróbatas, cuenta-cuentos, vendedores de agua, bailarines y músicos. Por la noche, la plaza se llena de puestos de comida, convirtiéndose en un gran restaurante al aire libre.